Cada equipo tiene sus propios valores y principios en el juego. Algunos buscan la excelencia y la victoria a toda costa, mientras que otros priorizan ganar sin importar los medios, como se ha visto en el caso del Madrid. Hay quienes cuestionan su mérito y otros que reconocen su grandeza y mística, especialmente desde la llegada de Zidane, que ha brindado noches y remontadas memorables. La pregunta que surge es si merecen elogios por jugar de esta manera. ¿Hay más mérito en un estilo de juego que en otro? Esta afirmación es incorrecta, ya que el fútbol implica una variedad de factores tácticos y estratégicos, al igual que la guerra o el ajedrez. El objetivo es ganar, y el Real Madrid ha demostrado adaptarse con diferentes enfoques según el partido, como se vio en el Santiago Bernabéu y en otros encuentros. El City no logró superar la sólida defensa del Madrid, su asedio resultó en fracaso. En resumen, no hay formas superiores o inferiores, simplemente distintos modelos de juego y estrategias. Si bien la ofensiva puede ser llamativa, no necesariamente implica superioridad.
