Hablar de Argimiro Gabaldón es vincular a Biscucuy en el contexto de la lucha revolucionaria que comenzara en Abril de 1929 su padre: José Rafael Gabaldón. Argimiro había nacido un 15 de Julio de 1919 en la hacienda «Santo Cristo» A orillas del río Saguaz a escasos 10 Km del Río Biscucuy. Su nombre de pila «Argimiro Enrique de la Santísima trinidad Gabaldón Márquez» Hijo de la señora Teresa Márquez. Desde niño había estado incurso en los avatares de la revuelta contra los regímenes de turno, observando a su padre y con el tiempo convertido en «El comandante Carache» Para enfrentar al gobierno de Raúl Leoni. Desde las montañas en las sierras de Portuguesa entre Lara y Yaracuy. Escritor, Poeta, Pintor, inició su trabajo de artista plástico bajo la conducción del Maestro Rafael Monasterios en Barquisimeto… En una carta dirigida a su hermano Edgar desde Río de Janeiro dice:
«Yo pienso en los colores del campo. En las Sombras que se duermen allá en Santo Cristo…»
Argimiro Gabaldón
Es el Argimiro Poeta, ese que invitara desde Argentina y trajera a Biscucuy a Don Pablo Neruda; El que dejó una novela inconclusa, paso largos días dedicado a la pintura y a las artes plásticas Desde Barquisimeto al Tocuyo en las tertulias Largas con Che María Martínez y desde allí hasta 1948, cuando la Musa de Luisa Martí le atrapa para siempre. Argimiro que ejerció la docencia en el Lisandro Alvarado de Barquisimeto y en la escuela artesanal desde ahí hasta el retiro con su familia, hacia las montañas portugueseñas y su itinerario de guerrillero entre Lara y Portuguesa.
Despues del 23 de Enero, Argimiro escribe:
Nosotros vimos nuestra América en caracas… una trinchera de desnudos pechos, frente a los negros fúsiles de la seguridad nacional, la universidad convertida en fortaleza, cada liceo en un bastión, mira la batalla de los cerros, la muerte danza en la charneca, y en la cañada de la iglesia, y en el Guaratal, y en el silencio, y en cada esquina y en cada puerta.
Argimiro Gabaldón
A la muerte del sindicalista Julián torres, Argimiro escribe: Señores, cuando se vayan, díganle a los asesinos que la muerte de Julián ya se la hemos cargado a la cuenta y que la iremos a cobrar, que no hay plazo que no se cumpla, que olviden la palabra «Clemencia» que en futuro es nuestro y; la deuda completa han de pagar.»
En 1963 su poema habló a la brisa, que ha de llevar mi soplo y expresa.
Yo vengo de todos los caminos.
Y estuve en todas partes,
A pie o en sueños de lo mismo
En alas ajenas o en mis propias alas
y he dejado un poco de mi carne y un tanto de mi aliento.
Argimiro Gabaldón

