Un titán del deporte sucrense atraviesa un duro momento. Telésforo Zabaleta, quien durante más de cuatro décadas dedicó su vida al deporte como profesor y director del Centro Recreacional Gustavo H. Machado, hoy se enfrenta a un delicado estado de salud que genera preocupación por su bienestar.
Un atleta nato. Desde joven, Telésforo forjó una profunda pasión por el deporte. Su paso por el béisbol dejó huella como un hábil lanzador, receptor y segunda base durante más de dos décadas. Sin embargo, su mayor ímpetu lo encontró en la halterofilia, disciplina donde forjó una admirable musculatura a pesar de su baja estatura.
Ejemplo de constancia. La constancia y perseverancia definían a Zabaleta en su faceta de atleta. No había día de la semana que no se le encontrara en el gimnasio del parque, levantando pesas con fervor. Culminaba su rutina con un reconfortante recorrido por el parque, hasta que su salud comenzó a menguar y sus visitas se tornaron esporádicas.
Homenajes y reconocimiento. Sus amigos, compañeros deportistas, comprendieron la situación y le brindaron merecidos homenajes que Telésforo recibió con profunda humildad.
Un hombre de pocas palabras, pero de gran corazón. Si bien Zabaleta se caracteriza por ser un hombre parco en palabras, nunca faltaba su saludo a quienes lo cruzaban. Cuando este quien escribe pasaba frente a su casa el levanta la voz “¡ADIÓS TARABA!”,había otros que también pero hubo un caso de un gran amigo que lo acompañaba a cazar, el «Catire» Valderrama, y nunca pudo reconocerlo según me confeso el mismo Catire, pero lo cierto del caso es que hoy cuando nuestro amigo vive sus momentos mas difíciles podemos conceptuarlo como un hombre bueno en el mas amplio sentido de la palabra y si no que lo diga su fiel y eterna Doña Lilian, Su hermana «Doña Chepa», su hijo Douglas Francisco, su cuñada y cuñados, sus amigos y quienes lo conocen, rogamos a Dios por una pronta mejoría,todos estamos en oración.
¡Fuerza, Zabaleta! Todos estamos contigo.