Por Leonardo Arriaga G
Muchos emprendedores y empresarios, con los pies en la tierra, han observado que la ubicación de la parroquia Villa Rosa y sus zonas circundantes representa un lugar especial para desarrollar el turismo en todo el municipio. Fue así como se consideró la idea de construir un teleférico que, en una de sus etapas, conectaría el área conocida como La Casona Gata con una zona adyacente al puente de La Tembladora, cubriendo una distancia de algo más de treinta kilómetros. De hecho, hemos recibido información de que el anteproyecto de esta ambiciosa obra fue presentado a las instancias de ingeniería y catastro de la Alcaldía del municipio.
Este proyecto del sector privado, para llevarse a cabo, requeriría una inversión mixta, combinando recursos del Estado venezolano y capital extranjero, lo cual garantizaría el financiamiento necesario en caso de cualquier eventualidad o intervención estatal.
Resaltamos esta propuesta a la luz de los recientes eventos relacionados con el cierre de las vías rurales, que afectan el desarrollo económico de una parte del municipio. Aunque surgieron voces agoreras y críticas negativas ante este grandioso plan vial, es importante reconocer que se trata de una iniciativa futurista destinada al beneficio de toda la comunidad biscucuyense. Tal como expresó el poeta Lenin Fernández, así podríamos considerar a Biscucuy como la «capital del mundo».