«Sus poesías llenan de gracia mi corazón» expresó emocionado Don Pablo Neruda cuando lo conoció aquí en Biscucuy.
Podríamos decir que Félix Ramón Briceño, uno de los grandes personajes del siglo pasado que hizo vida literaria y familiar en nuestro pueblo, era nativo de Biscucuy porque aquí cumplió gran parte de su trayectoria poética, pero no es así, se trata de un Barinés que nació en 1886 y se vino a Biscucuy acompañado de una camada de guanareños a finales de la década de los años veinte. Llegó asustado y perseguido por el paludismo y la fiebre amarilla, acompañado de los Serenos, los Gómez y los Quintero Serra. Llegaron a un paraíso, comparado con el inhóspito llano Plagado de plagas y enfermedades. Aquí tenían un clima benigno, unas tierras fértiles y un incipiente y prometedor comercio y gente hospitalaria, y fue aquí donde conoció al general José Rafael Gabaldón, pero ocurrió algo inusitado entre los dos: ambos eran del partido comunista y antigomecistas, con las revueltas ocurridas el año 1929 fueron encarcelados y llevados á la cárcel de guanare, después los pasaron a la cárcel de lastres Torres y hasta que lo pasaron al Castillo Libertador. Por cosas de la vida fue allí donde Briceño desarrollo su vena poética, no había momento que no encontrará un papel para escribir un documento literario y de sus muchos poemas quedó uno inédito que lo llamó CENIZAS, son setenta poemas y apenas aquí mencionamos uno de sus fragmentos.
A este gran poeta no le importó que lo torturaron, que lo hicieran pasar hambre, que le pusieran grillos de sesenta libras, que lo separaran de su familia, no, el le escribió a la libertad y lo hizo figurándose la libertad de las mariposas, sus élitros que no son otras cosas que piezas que sostienen las alas de los coleópteros, en este caso: de las mariposas.
Un fragmento de un poema inédito de Félix Ramón Briceño
Concepciones de amargura
en connubios con ensueños.
En alcoba sin cortina
han nacido mariposas carcelarias
No tuvieron al nacer rubios albores
ni sus élitros aclamaron las praderas
condenadas a tantear noches enteras
negros muros le quitaron sus colores
sólo tienen el prestigio de las alas
que le dio mi juventud en horas malas
por jardines volará
me conformo con mirarles por sus hombros
oh señor de los ojos pensativos
Félix Ramón Briceño
como se observa, muchas de sus líneas son vivencias de su situación carcelaria. Fueron inéditos sus escritos pero aparecieron en 1953 bajo el nombre de cenizas y fue mostrado al poeta Don Pablo Neruda quien, según su misma confesión quedó extasiado por estos fragmentos.