La crisis económica, quizás, ha llevado a convertir las fiestas nacionales en actos supuestamente insignificantes. Fechas tales como el 19 de Abril, el 5 de Julio, y Hasta el 17 de Diciembre, fecha de la muerte del libertador, son obviados por los sectores públicos y privados, y se convierten en eventos sin ninguna trascendencia nacional. Este problema se acusa principalmente por la crisis económica que experimenta por ejemplo el sector comercio. Ya estos locales no pueden cerrar por un día festivo, porque se encuentran en una situación de crisis que hasta los servicios públicos obligan a reducir sus pingües ganancias.
Las familias tampoco celebran.
Anteriormente era difícil encontrar una vivienda que no ondeara la bandera nacional en estas fechas. Se daba el caso incluso que las autoridades policiales tenían orden de obligarlos (A los dueños) a cumplir con esta obligación de sacar su bandera. Esta tradición se acabó, el 99% no exhibe la bandera nacional, y esto indudablemente es triste históricamente.
¿Y los poderes públicos?
También los poderes públicos a nivel estatal y municipal, poca importancia le otorgan a las fechas patrias, comenzando con el sector militar que no hace presencia en los eventos de esta naturaleza. Décadas atrás, el centro de la plaza bolívar tenía poco espacio para recopilar tantas ofrendas florales en honor al libertador, la costumbre en esa época se hizo ley, ahora ya no existe. Se argumenta que son muy onerosas las ofrendas florales y, no hay presupuesto para este tipo de protocolo. La crisis pues, es generalizada y lamentablemente hemos caído en un estado de resignación e ignorancia del significado de nuestras fiestas nacionales y el valor que tienen los símbolos patrios.