por Leonardo Arriaga G.Cronista Municipal.
Con un programa austero pero realista, Biscucuy celebra sus 246 años de fundación. Quizás por razones del cambio climático, ha ocurrido un progresivo deterioro de los servicios públicos, como el suministro irregular de agua y el deterioro casi total de la vialidad rural, lo que ha limitado aún más esta programación. A ello debemos agregar la situación en la que se encuentra nuestro alcalde, quien está bajo régimen de «resguardo». Como él mismo expresó en una de sus arriesgadas apariciones: «Prefiero estar vivo que muerto o en la cárcel». No obstante su situación, firma los pendientes e inspecciona las obras.
UN POCO DE HISTORIA
Vale la pena destacar, como lo han señalado los cronistas anteriores Tirso Linares Singer y Ángel Márquez González, que Biscucuy no tuvo un fundador específico. Fue toda una comunidad que se fue concentrando, y el obispo Mariano Martí, en su vasto e intrincado sector, recomendó habitar esta zona más benigna. Según las investigaciones, fue en 1778 cuando ocurrieron estos hechos, y el día más aproximado fue el 17 de noviembre. La confusión fue tal que el bicentenario de la ciudad se celebró en 1977 y no en 1988, como originalmente se había previsto.
HECHOS RESALTANTES
Es de recordar que en 1813, específicamente el 29 de junio, nuestro libertador Simón Bolívar pasó por nuestro pueblo para continuar hacia el sitio denominado Desembocadero, donde libró una cruenta pero victoriosa batalla como parte de su ruta en la Campaña Admirable. En el pasado siglo, Biscucuy se puso a la par de otras entidades y se convirtió geográficamente en distrito. Se instaló el primer Concejo Municipal, cuyo presidente fue Juan Bautista Durán. Esta institución se mantuvo así hasta los años noventa, cuando se crearon las alcaldías en todo el país, y fue electo como primer burgomaestre el Licenciado Ángel Teresio Hernández. Posteriormente, ocuparon el cargo los profesores Carmen Elena Artigas, Jobito Villegas, Alfredo Mendoza, Argenis García y Villegas, quien lo asumió nuevamente por tercera vez.
No pocos investigadores han considerado que el hecho más resaltante del siglo pasado fue lo ocurrido en 1926, cuando un incendio en una casa de palma se expandió a otras sesenta viviendas humildes que fueron arrasadas por el fuego. A los cuatro meses, la comunidad se recuperó, y en conjunto, levantaron sus ranchos y pequeños comercios.
EL BISCUCUY DE HOY
El Biscucuy de hoy se traduce en café y comercio. Hace poco más de una década, el municipio Sucre era el segundo productor de café, después de Rubio, en el Estado Táchira. Esto ha ido en declive, especialmente por causas naturales y políticas. Lo primero, porque hace dos décadas los sembradíos fueron víctimas de enfermedades como la roya y la broca, lo que obligó a resembrar con nuevas especies y tratamientos diferentes. Lento pero progresivamente, se ha ido recuperando, pero como una «maldición gitana», la producción ha sido afectada por los cambios climáticos. Lo más reciente han sido las intensas lluvias que han afectado seriamente la vida de las familias caficultoras. Hoy nos encontramos con las vías destrozadas y un campesinado viviendo como hace casi cien años: con acueductos rurales sin mantenimiento, sin inspecciones técnicas; desaparecieron los ingenieros agrónomos y peritos; la política sanitaria está por los suelos: si acaso, un centro de salud lejano con una enfermera, y los médicos atienden esporádicamente. ¿Y qué decir de la gente? Los viejos caficultores, mal alimentados, sin ropa ni zapatos, esperando que les llegue la muerte, mientras que la mayoría de sus hijos han migrado. No obstante, mantienen algo incólume: la fe y la esperanza de que las cosas cambien.
COMERCIO Y EMPRENDEDORES
Se salvan de esta tragedia los viejos comerciantes, que se conforman con el día a día. A pesar de la migración de jóvenes, todavía queda un grupo significativo que busca darle vida a un pueblo de joven historia, que, como diría nuestro emblemático compositor y creador del himno municipal, Lenin Domingo Fernández, se ha convertido en «la capital del mundo».